Con base en los resultados del análisis genético, se diseñan estrategias terapéuticas a medida que consideran el perfil genético único de cada paciente. Esto permite ajustar las dosis de medicamentos, elegir las opciones terapéuticas más adecuadas y evitar tratamientos que puedan ser ineficaces o perjudiciales, mejorando así la calidad de la atención médica y los resultados de salud.